Bajar informalidad laboral rural es deber de empresas

Fecha de publicación: 2017-07-17

Para enfrentar la informalidad laboral en Colombia, que para el trimestre móvil marzo-mayo de 2017 fue de 46,7 % en las 13 ciudades y áreas metropolitanas, pero que se duplica en las zonas rurales, la ministra de Trabajo Griselda Janeth Restrepo Gallego dio a EL COLOMBIANO su propia receta para disminuir este flagelo.

Esta vallecaucana que ocupa la cartera laboral desde mayo pasado, dio sus puntadas para que el país se prepare de verdad en el etapa de posconflicto, al vincular a personas desmovilizadas y a la par, dignifique el trabajo rural con contratos formales.

Su receta mágica frente a este tema tiene que ver con voluntad de los empresarios para vincular a más trabajadores en el campo. “Lamentablemente existen empresas urbanas que tienen trabajadores en regla en la ciudad. También tienen actividad rural, pero allí las cosas no son iguales”, comentó la ministra.

Asimismo, indicó que espera y confía en que esos empresarios sean coherentes con ambos trabajadores entregando iguales condiciones laborales.

Sin embargo, además de la voluntad empresarial indicó que desde su despacho continúan inspeccionando y vigilando. Pero más allá de esto, insiste, está en invitar a los empresarios a construir país. “Es un reto con cada trabajador rural, de respetarle sus derechos”.
Alianzas institucionales

De otro lado, reconoció la ministra que el país requiere más alianzas, más garantías, que ofrezcan mejores condiciones a los trabajadores. “El Gobierno ha hecho la tarea de quitar requisitos para elevar la formalidad. Por eso, las cajas de compensación tienen mucho que ver”.

En este objetivo, manifestó que de los 81 meses que el presidente Juan Manuel Santos ha sido presidente, 75 ha crecido en empleo. “Eso lo pueden certificar las mismas cajas de compensación familiar, con casi 10 millones de afiliados”.

Adicionalmente, esa vinculación de los empresarios es óptima de cara al posconflicto. De hecho, invitó a los de Antioquia, caracterizados por su solidaridad con el trabajador, “a que se solidaricen y empleen a personas desmovilizadas. Adicionalmente, a que contribuyan a generar empleo formal en el campo”, añadió la ministra.
Reducción de aportes

Otro de los elementos destacados por Restrepo Gallego fue su prudencia frente al proyecto de ley que baja del 12 % al 4 % los aportes de los pensionados a salud, por su viabilidad financiera.

“Se está haciendo su valoración legal y presupuestal para que el país asuma ese 8 % restante”. Es el Ministerio de Hacienda quien tiene la palabra (ver Informe).

Respecto al aumento de la cuota monetaria que reciben los empleados afiliados a cajas de compensación familiar, la ministra dijo que “proponemos al sistema es que entre todos revisemos cuánto se está pagando de cuota monetaria y si se puede reajustar. Es un sueño que tengo y las mismas cajas de compensación también pueden contribuir en ello, en crecer la cuota monetaria en el país”.

Es una cuota diferencial, que en algunos departamentos está en 27.000 pesos, en otros en 29.000. Beneficiaría a más familias colombianas.
Relación con sindicatos

La funcionaria destacó que las organizaciones sindicales hacen un trabajo importante. “Ellas hacen patria pidiendo lo que efectivamente pueden ofrecerles las empresas. Quiero felicitar a las organizaciones sindicales que existen no para reventar a las empresas sino para hacer acompañamiento de procesos internos”.

Reconoció que el sindicalismo crece cada vez más en el país, pero es más fuerte, más responsable. Por eso, cuando hay diferencia se debe encontrar una fórmula entre trabajadores y empresarios que den garantía, pero que hagan sostenibles a las compañías.

Tercerización laboral

Otro de los puntos consultados tiene que ver con esta práctica que genera dolores de cabeza en el país. Sin embargo, reconoció que toda tercerización laboral no es mala. “Eso es importante decirlo, porque a veces la gente cree que todos los contratos de trabajo que existen así son malos”.

Aclaró que hay una tercerización legal, que las empresas necesitan usar para delegar ciertas actividades puntuales y concentrarse en las misionales. La otra es la ilegal, la que usan algunas empresas como parte de su misión. “Es la que estamos combatiendo”.

Para ello, disponen inspección y vigilancia para sancionar a las empresas que tengan prácticas irregulares. “Nuestros inspectores están usando tecnología para contrarrestar este flagelo. Es un poco de zanahoria y garrote para llegar a la fórmula de estabilidad laboral que el país necesita”.