Con el propósito de facilitar los procesos de transición de los
jóvenes estudiantes del ciclo de aprendizaje a la oferta laboral, en
el Ministerio del Trabajo bajo el liderazgo de la abogada vallecaucana
Griselda Janeth Restrepo Gallego, ha lanzado el programa de incentivos
para que puedan realizar sus prácticas en el sector público. Se trata
del programa Estado Joven, cuyo piloto se realizó con éxito en Bogotá
y Arauca en 2016, con 71 practicantes.
Dado el buen resultado de este programa que ha contado con la
colaboración del Departamento Administrativo de la Función Pública, se
abrió la convocatoria a nivel nacional a partir del segundo trimestre
de este año. De esta manera, se apunta a que nuestros jóvenes a través
de su formación y conocimientos se inserten en el ámbito público para
que aporten en forma efectiva a la sociedad del conocimiento que es el
camino que nos posibilitará la modernización y la modernidad de
Colombia en estos tiempos de posconflicto.
El programa está dirigido a jóvenes entre los 15 y 28 años,
estudiantes en los niveles de formación: normalista, técnico
profesional, tecnólogo y universitarios, cuyos planes académicos
contemplen como requisito para optar a la titulación, el desarrollo de
una etapa práctica. Así contribuimos desde el Gobierno Nacional a que
nuestros estudiantes tengan un incentivo económico que los estimule y
les permita ser generadores de conocimiento, desarrollando la única
fuente inagotable de riqueza que es el talento humano.
Invirtiendo en talento humano e impulsando la innovación podremos
avanzar sustancialmente hacia la economía del conocimiento, generando
mejores oportunidades laborales. La educación es un derecho y el mejor
medio para alcanzar niveles de buen vivir, por lo cual con Estado
Joven que financiamos con recursos del Fondo de Solidaridad de Fomento
al Empleo y Protección al Cesante (Fosfec), administrado por las Cajas
de Compensación Familiar, buscamos potencializar las prácticas
laborales de los jóvenes estudiantes colombianos.
Dando este tipo de oportunidades, la gestión de los jóvenes
estudiantes en el servicio público contribuirá a desarrollar nuevas
prácticas y formas de organización, de manera que ayuden a producir
bienestar y servicios para solucionar problemas propios del país. La
innovación juvenil tiene que direccionar aspiraciones sociales y
potenciar aquellas ventajas comparativas que ya tenemos de antemano
para construir paz y democracia.
Al fin y al cabo, los jóvenes son el reservorio moral para la
construcción de un país en paz con altos índices de identidad y son,
además, el pilar fundamental para la transformación social de la nación.
En el Ministerio del Trabajo se concibe el rol de los jóvenes como
parte sustancial del presente con proyección de futuro, por eso
creemos en la necesidad de incorporarlos a la vida económica del país
a partir de sus últimos años en la etapa de formación universitaria y
tecnológica. Su aporte es definitivo en un país como Colombia que ha
comenzado a transitar por la senda de la reconciliación y construcción
de democracia. Porque ser joven no es solo cuestión de edad, es
cuestión de espíritu, de valentía, de dignidad, de entrega, de
sensibilidad. Las posibilidades y oportunidades para los jóvenes
constituyen factores clave en el proceso de profundización de su
desarrollo tanto individual como colectivo, dándoles eso sí la opción
de que experimenten y se abran paso a partir de sus habilidades y
destrezas, por eso Rabindranath Tagore decía que “no solo hay que
querer, hay que saber el camino”.